La salud laboral es un aspecto importante que debes tener en cuenta al momento de desarrollar un proyecto. Existen determinados riesgos químicos en el trabajo que hay que considerar para prevenir enfermedades peligrosas.
Desde Más Protección Laboral, creemos que existen muchos modos de cuidar a los empleados y por ello te contaremos cuáles son los cuadros más comunes. Conoce cuáles son los tipos de riesgo y las medidas de prevención que puedes tener presente. ¡Sigue leyendo!
Tipos de riesgos químicos en el entorno laboral
Los riesgos químicos en el trabajo asociados a sustancias tóxicas y peligrosas son frecuentes en muchas industrias. Estos riesgos pueden tener efectos crónicos en la salud y la seguridad de los trabajadores, además de impactos negativos en el medio ambiente. Existen diversos tipos que debes considerar y aquí veremos algunos de ellos.
Sustancias tóxicas y peligrosas
Hay sustancias que pueden clasificarse según el tipo de daño que pueden causar al ser humano o al entorno. Uno de ellos son los tóxicos, componentes que si son inhalados, ingeridos o absorbidos por la piel pueden causar envenenamiento, enfermedades crónicas o incluso la muerte.
Por ejemplo, el benceno es utilizado en la producción de plásticos, resinas, caucho y detergentes. Este elemento está relacionado con la aparición de leucemia y otros tipos de cáncer. También está el mercurio, presente en algunos equipos eléctricos y procesos industriales que puede causar daños neurológicos. Otras sustancias que componen los riesgos químicos en el trabajo son:
- Irritantes: como el cloro y el amoníaco que son utilizados en procesos industriales y productos de limpieza. Pueden afectar a la piel, los ojos y las vías respiratorias.
- Inflamables: son sustancias que pueden prenderse fuego fácilmente y representar un peligro de incendio o explosión. Por ejemplo la gasolina o la acetona, que es utilizada como solvente, es altamente inflamable.
- Explosivos: son productos que pueden causar explosiones bajo ciertas condiciones, como el nitrato de amonio. Este es utilizado en fertilizantes y puede ser altamente peligroso en condiciones inestables.
- Carcinógenos: como el asbesto o la sílice cristalina, utilizadas en la construcción y la minería. Estas sustancias pueden desarrollar cáncer de pulmón.
Productos químicos comunes en la industria
Los riesgos químicos también se pueden categorizar de acuerdo a los productos que se utilizan. Uno de los más comunes son los solventes que aparecen en pinturas, adhesivos y productos de limpieza. Por ejemplo el tolueno, que puede causar mareos, dolores de cabeza y daños en el sistema nervioso.
Los empleados que trabajan en la agricultura y el control de plagas están expuestos a pesticidas como organofosforados y glifosato. Estos productos pueden afectar el sistema nervioso, causar intoxicación aguda y ciertos tipos de cáncer.
Otros agentes químicos en el trabajo son los metales pesados, presentes en diversos procesos industriales y productos de fabricación. El plomo es uno de ellos y es utilizado en baterías, pinturas y procesos de soldadura. Este tipo de producto puede causar daños en el sistema nervioso, renal y reproductivo.
Efectos de la exposición a sustancias químicas
La exposición a sustancias químicas en ámbitos de trabajo puede causar efectos adversos en la salud. Estos pueden variar de acuerdo al tipo de producto químico, la dosis, el tiempo de exposición y la vía de entrada.
Efectos a corto y largo plazo en la salud
Al exponerse a sustancias químicas, los trabajadores pueden experimentar efectos a corto y a largo plazo, dependiendo del tiempo que tardan los síntomas en aparecer. Los efectos a corto plazo son conocidos como «agudos» y suelen aparecer inmediatamente o poco tiempo después de la exposición a una sustancia química.
Según la cantidad de tiempo de exposición y la toxicidad de la sustancia química, pueden ser leves o graves. Algunos de los efectos más comunes pueden ser irritación de la piel, dolores de cabeza, mareos, náuseas, dificultad respiratoria o sensación de asfixia o pérdida del conocimiento.
Los efectos crónicos pueden aparecer tras exposiciones prolongadas o repetidas a sustancias químicas. En este caso, pueden tardar meses o años en manifestarse y pueden provocar enfermedades graves o permanentes. Algunos ejemplos de efectos crónicos son:
- Enfermedades respiratorias crónicas, como asma ocupacional o fibrosis pulmonar.
- Daños en el hígado o riñones.
- Cáncer de pulmón, de piel o leucemia.
- Trastornos neurológicos que pueden afectar la memoria, la coordinación y el comportamiento.
Síntomas de exposición a productos químicos
Además de enfermedades graves, los trabajadores pueden experimentar ciertos síntomas recurrentes según la sustancia y la vía de exposición. Algunos signos generales que pueden aparecer por los riesgos químicos en el trabajo son:
- Enrojecimiento, picazón, ampollas o quemaduras en la piel.
- Irritación de los ojos, lagrimeo, visión borrosa o dolor ocular.
- Tos, irritación nasal, dolor de garganta, dificultad para respirar y sensación de opresión en el pecho.
- Mareos, dolor de cabeza, desorientación, fatiga y pérdida de conciencia.
- Náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal.
- Fatiga persistente.
Medidas de prevención y control
Para prevenir enfermedades y síntomas graves en los trabajadores, es importante que las empresas desarrollen medidas de prevención y control en el manejo de sustancias químicas.
Uso de equipos de protección personal (EPP)
Los equipos de protección personal son muy importantes para proteger a los empleados de la exposición química. Por ejemplo, para proteger los ojos y la cara, se pueden usar gafas y pantallas faciales.
Otro elemento clave son los trajes resistentes a productos químicos que cubren completamente el cuerpo y evitan el contacto directo con sustancias peligrosas. Algunos modelos que puedes conseguir en el mercado son:
- El mono ignífugo y antiestático velilla que cuenta con puños elásticos, costuras de seguridad y bolsillos para trabajar con la mayor comodidad.
- El pantalón melilla ignífugo antiestático con cierre central con cremallera y botón automático.
- La cazadora ignífuga antiestática velilla que tiene cintura elástica lateral y puños elásticos.
- El buzo químico tipo 3,4,5,6 Steelgen 5000 con protección extra contra partículas radioactivas.
La protección respiratoria es fundamental para evitar la inhalación de gases, vapores o partículas peligrosas y para ello se pueden comprar mascarillas y respiradores. En el caso de las manos y brazos, los guantes son clave. Según la resistencia que se necesite, pueden ser de nitrilo, látex o neopreno. Para trabajar de manera segura es importante revisar y reemplazar los elementos con regularidad.
Ventilación y control de ambientes de trabajo
Además de tener los equipos correctos para proteger a cada uno de los empleados, es importante tomar medidas generales. El control de los ambientes laborales es fundamental para proteger a los trabajadores de la exposición a sustancias químicas.
Para eso, contar con un buen sistema de ventilación es clave. Se puede optar por una circulación del aire exterior natural o el uso de ventiladores, extractores, campanas o brazos extractores. De esta manera se puede reducir la concentración de riesgos químicos ejemplos:
- Gases tóxicos e irritantes como el amoníaco que se usa en procesos de refrigeración y en productos de limpieza.
- Vapores orgánicos volátiles como el tolueno, que está presente en pinturas, adhesivos y disolventes.
- Polvos y partículas como el polvo de madera, generado en la carpintería y la construcción.
- Sustancias inflamables como la acetona es un disolvente inflamable utilizado en la limpieza industrial y fabricación de productos como plásticos.
Protocolos de actuación ante exposiciones químicas
Para evitar riesgos químicos en el trabajo, es clave que los empleados conozcan cuáles son los pasos a seguir en caso de incidentes con sustancias químicas peligrosas. Por eso es necesario desarrollar protocolos de seguridad. Si no sabes qué hacer, aquí te contaremos algunos pasos básicos a seguir.
Evaluación la exposición
En principio es necesario determinar qué sustancia química ha causado la exposición y evaluar la magnitud. Para eso se debe determinar si ocurrió por inhalación, contacto dérmico, ingestión o inyección y verificar la gravedad del incidente.
Notificar la emergencia
Al contar con la información necesaria, se debe informar al supervisor o al personal de seguridad sobre la situación. Luego, es clave activar alarmas y seguir los procedimientos de evacuación según sea necesario.
Evacuar el área de trabajo
Para evitar mayores inconvenientes, es necesario retirar a todos los empleados de la zona donde ocurrió la exposición. Además, es necesario cerrar el acceso a la zona afectada para evitar más exposiciones y asegurar que el personal no autorizado no ingrese.
Atender a los empleados
El siguiente paso es desarrollar primero auxilios a los empleados, según el tipo de exposición. Por ejemplo, si hubo un contacto dérmico es necesario retirar la ropa contaminada de inmediato.
Registrar el incidente
Una vez que los trabajadores se encuentren bien, es clave tomar todos los detalles del incidente en un libro de accidentes. Debes escribir nombre y puesto del trabajador afectado, cuál fue la sustancia química involucrada y las medidas tomadas.
Notificar a las autoridades
Si la exposición ha causado daño significativo o si hay un riesgo para otros trabajadores, se debe notificar a la agencia de salud ocupacional o el departamento de seguridad laboral.
Conclusión
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