Garantizar la seguridad y la salud de la plantilla en los espacios de trabajo es un desafío para los responsables del sector. Para proteger a cada individuo, es necesario analizar las maquinarias usadas, el uniforme de trabajo, las tareas a realizar y las condiciones del espacio laboral. Sin duda, el clima es uno de los principales agravantes del estado de la plantilla. Las temperaturas extremas, las lluvias, las nevadas y las ráfagas fuertes de viento son una verdadera amenaza para la integridad física de las personas trabajadoras. ¿Cómo se asegura el bienestar de la plantilla frente a condiciones meteorológicas adversas? La respuesta está en respetar los límites fijados y las recomendaciones establecidas por la normativa vigente como, por ejemplo, conocer cuál es la temperatura máxima para trabajar.
Desde Más Protección Laboral, creemos que es clave saber cuáles son las indicaciones para llevar adelante un plan eficiente de prevención de riesgos. Por eso, en este artículo, te acercamos todo lo que debes conocer sobre temperaturas máximas para trabajar. ¡Este verano protege a tu plantilla como un profesional!
¿Qué impacto tienen las temperaturas máximas para trabajar?
Las condiciones meteorológicas afectan directa e indirectamente a los trabajadores. Por ejemplo, cuando llueve torrencialmente, se generan acumulaciones de agua que pueden representar una amenaza para la integridad física de las personas trabajadoras. Los suelos resbaladizos aumentan el riesgo de sufrir caídas mientras que las superficies mojadas pueden incrementar los peligros de electrocución o descarga eléctrica cuando se realizan labores en la red de electricidad. Pero eso no es todo. De manera indirecta, la lluvia puede resultar molesta. Eso genera incomodidad en la plantilla y, por lo tanto, es posible que afecte la capacidad productiva del grupo de trabajo.
La temperatura produce efectos similares sobre el personal de una empresa o negocio. En una primera instancia, se puede pensar que el frío representa un peligro aún mayor que el calor. Pero, no siempre es así. Si bien las temperaturas bajas aumentan el riesgo de congelamiento, el tiempo de exposición del usuario tiene que ser considerablemente mayor en un entorno frío para verse gravemente afectado. En cambio, cuando se trata de clima caluroso, la exposición breve pero en las horas de mayor intensidad ya puede ser desequilibrante.
Es importante conocer cuál es la temperatura máxima para trabajar en cada entorno laboral específico porque las consecuencias de la exposición a altas temperaturas puede ser mortal.
Pero, ¿qué impacto tiene el calor en el cuerpo? El organismo expuesto a temperaturas extremas puede sufrir de estrés térmico. El estrés térmico es un cuadro que se presenta cuando la temperatura corporal cambia radicalmente en un lapso breve de tiempo, ya sea por acumulación o por pérdida de calor. Las consecuencias de un golpe de calor o de un diagnóstico de estrés térmico pueden ser mortales para el paciente. Por eso, la prevención es la estrategia recomendada para disminuir las posibles adversidades provocadas por el calor.
¿Cuál es la temperatura máxima para trabajar?
La mejor manera de prevenir un estrés térmico, un golpe de calor, insolaciones o descompensaciones es conocer cuál es la temperatura máxima para trabajar. De este modo, se pueden evitar accidentes relacionados con la acumulación de calor, crear estrategias eficientes de prevención y desarrollar planes de acción para socorrer a los usuarios ante posibles emergencias.
A continuación, descubre cuáles son los límites en los diferentes entornos de trabajo. ¡Sigue leyendo para aprender más sobre temperaturas máximas!
Límite de temperatura en la oficina
El límite de temperatura permitido se establece por dos razones principalmente. En primer lugar, para mantener el buen estado de salud de las personas trabajadoras porque, al pasar de un entorno frío a uno caliente, éste puede verse alterado. En segundo lugar, porque establecer un límite conlleva a un ahorro de energía y un aumento de la eficiencia en un contexto de crisis energética. Por estas razones, la temperatura en oficinas debe estar entre los 17 y los 27 grados. Este rango aplica a los trabajos sedentarios, donde la persona trabajadora no se ve obligada a realizar grandes esfuerzos físicos en el cumplimiento de sus tareas.
Temperatura máxima para trabajar en fábricas
En los espacios cerrados, los límites de temperatura cambian según el tipo de actividad. En el caso de las fábricas, se recomienda que la temperatura esté entre los 14 y los 25 grados si se realizan trabajos físicos ligeros. De este modo, se evitan consecuencias que puedan repercutir en la salud de la plantilla. Además la normativa actual establece que la humedad relativa del ambiente debe mantenerse entre un treinta y un setenta por ciento tanto en lugares donde se hacen trabajos ligeros como en oficinas donde la labor es sedentaria.
Límite de exposición al sol en espacios abiertos
No existe una regulación de los límites de temperaturas en espacios abiertos ya que no es posible regularla ni bajarla de manera eficiente. No obstante, puedes encontrar una serie de indicaciones y recomendaciones para mejorar la calidad de la jornada laboral de las personas trabajadoras.
Con el fin de asegurar el bienestar de la plantilla, se aconseja evitar la exposición durante las horas centrales de calor, que serían entre las diez de la mañana y las cinco de la tarde. Además, el responsable deberá proveer agua para asegurar la correcta hidratación de la plantilla. Siempre que se pueda, se aconseja la colocación de ventiladores y telas para crear espacios de sombra donde los trabajadores puedan descansar.
Otro consejo es rotar los puestos laborales para evitar una exposición prolongada. Pero, sin duda, un aspecto fundamental de la prevención es utilizar equipamiento de verano. Equipa a tu plantilla con ropa de trabajo para verano, calzados respirables, gorros y gafas de sol. Protege a tu plantilla, aumenta su comodidad y obtiene mayor rentabilidad.
Uso del aire acondicionado y regulación de eficiencia energética en el trabajo
La crisis energética mundial está forzando a los gobiernos y a las empresas a tomar el camino de la sustentabilidad para aumentar la eficiencia energética y reducir las emisiones de carbono. La innovación en el desarrollo de dispositivos para que funcionen con un menor consumo de energía y la regulación del uso de algunos equipos son dos estrategias que se han puesto en práctica para minimizar el impacto del cambio climático.
En este sentido, la normativa actual señala que el aire acondicionado no puede colocarse por debajo de los 27°C en locales y oficinas interiores durante el verano. Mientras que la calefacción no puede superar los 19°C en invierno. Se trata de una medida justificada por la necesidad de reducir el consumo energético, ¿pero se puede respetar?
El caso es el siguiente. Cada año, las temperaturas aumentan por los cambios climáticos. Por eso, se han establecido temperaturas máximas para trabajar con el propósito de resguardar la salud y la seguridad de la plantilla. Sin embargo, la crisis energética exige que se determinen límites en el consumo, lo que implica limitar el uso de los aires acondicionados. Entonces, en un contexto de temperaturas extremas que van entre los 40°C y los 50°C de sensación térmica, la cuestión es cómo reducir la temperatura a los niveles recomendados para trabajar sin hacer un uso desmedido del aire acondicionado. Este es el desafío actual al que se enfrentan la mayoría de los responsables de los espacios laborales.
Otros recaudos para trabajar con altas temperaturas
La información es la principal herramienta para garantizar la seguridad de las personas trabajadoras. Conocer las amenazas que incrementan los riesgos presentes en un lugar de trabajo, las exigencias de las normativas vigentes y las estrategias de prevención para evitar accidentes es el mejor modo de ofrecer mayor seguridad y salud al personal. Pero el beneficio no lo disfruta únicamente la persona trabajadora.
El empresario se ve beneficiado con la aplicación de las estrategias correctas de prevención. Ya que, de este modo, el trabajador está seguro y cómodo, lo que mejora sus niveles de productividad. Además, al asegurar la buena salud de la persona trabajadora, se minimizan las ausencias y las bajas laborales por accidentes, diagnósticos de estrés térmico o golpes de calor.
¿Qué tips para trabajar seguro durante las altas temperaturas tengo que tener en cuenta si quiero mejorar la experiencia de mi plantilla?
- Ofrece agua fresca a los trabajadores y asegúrate de que se mantengan hidratados.
- Considera que las altas temperaturas bajan el rendimiento de las personas. Reorganiza la distribución de tareas y restablece los tiempos de trabajo para que se respeten las pautas sin sufrir consecuencias indeseables.
- Coloca al menos un aire acondicionado o ventilador en el espacio de trabajo.
- Equipa a tu plantilla con prendas de vestir frescas, ligeras y cómodas. Elige calzados confortables, respirables y flexibles, además de proveer gorras, sombreros, gafas de sol y todo los accesorios necesarios para evitar que el sol lastime la piel.
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